Imagen obtenida de Internet
Andando voy, sin sentido práctico de la idea,
cantando entre dientes mi fracaso en el ayer,
arma poderosa, la pereza, me pervierte y convence de lo
imposible e inútil que es intentar vencerla.
No consigo recordar cuándo me perdí, debió ser hace mucho,
mucho tiempo, pues mis recuerdos, no son capaces de ubicarse ni reconocer mis
últimos movimientos.
Locas, las ideas que se abrieron sitio en mi mente,
emponzoñando
con veneno salobre mis entrañas,
llenando de pústulas invisibles mi cuerpo
senil.
Triste son las causas que me llevaron a la ceguera,
que me
embaucaron e hicieron viajar en un barco sin timón.
Absurdas e ilógicas también fueron las maneras, en las que
desembarqué en la costa, sin saber después, huir.
Ahora busco emocionado nueva playa,
esperando la sonrisa
cálida de unos nuevos labios que besar, una tibia y limpia mirada que me
observe enamorada o un abrazo sincero que me de calor
y que me haga ilusionar
de cariño, pasión y amor.