Imagen obtenida de Internet
Veinticuatro años
fue la primera vez,
que el amor encendió
el fuego en mi cuerpo.
La miré incendiado,
cargado de pasión,
su cuerpo en mi mente,
volcán en erupción.
Te amé al conocerte,
Diosa de la carne,
amor incendiario...
mi cuerpo eclosionó.
Mis manos echaban
chispas por abrazar
tu cuerpo de diosa,
mujer incendiaria,
de cuerpo explosivo,
con rostro divino
y de mucho color.
Ella enamorada...
yo, loco de pasión,
fuimos ensalzados,
locos y divinos
¡y vivos ante Dios!