
Imagen obtenida de Internet
Estás aquí, te siento
junto a mí, me inspiro,
anhelo tantos besos
como tú me regalas...
tantas historias que
podamos compartir,
tú y yo, los dos,
unidos para siempre al fin.
Te fundes a mi pecho al
escuchar mi suspiro
y yo me abrazo a tu
hermoso cuerpo ardiente,
te aprieto y te
aprietas tanto a mí que, flameamos.
Somos dos lenguas de
fuego que se unen al azar,
dos olas que se rompen
sacudiendo al hacerlo, el mar.
Somos el barro de una
tormenta huida de un huracán...
Dos almas, dos...
fundidas tan profundo
que duelen al chocar.
Nuestros cuerpos no se
rinden, gimen y sueñan a la par...
nos queremos y amamos
tanto,
como naufragamos al
usar el sexo como arma vital.