Mi bella Campanilla azul celeste...
Eres dulce, entrañable y adorable
y te amo y no sabes cuánto.
En ti mi mente no deja de pensar…
Si estuviera contigo amor,
cerquita muy cerquita,
¡hasta quemarnos con nuestro aliento!
mis manos en tus manos,
¡mi cuerpo fundido a tu cuerpo!
Tus labios rojos...
húmedos y calientes me hieren
y provocan calentura a mi boca...
Hoy recreo cada instante guardado
en mi memoria, como si sintiera de nuevo
el ardiente beso tuyo en aquella noche loca.
Te sigo amando y gozando,
al mismo tiempo que siento nuestros cuerpos
batallando y
disfrutando y haciendo por atesorar esas horas,
como atesora el avaro las
monedas de oro que roba...
Mi bella campanilla azul celeste...
tierna, dulce, entrañable y hermosa.
Te amo y nunca sabrás cuánto…
y que ¡jamás te dejaré de amar!
Tan dentro estás de mis entrañas…
y tan hondo te guarda mi pecho,
que por más que quisiera olvidarte...
prendida quedaste en mi pecho,
¡donde habitarás toda la vida!
En este corazón que late deshecho...
y que vive, casi sin querer, la angustia de las horas…
navegando
por este río sin cauce
y guarnecido por el pesar de las lágrimas
de la aurora.
Mi bella campanilla azul celeste...