Imagen obtenida de Internet
Me dejé llevar por la imaginación
cuando te llevé bajo mis sábanas
y usaste tus manos finas, con pasión,
moviendo mi carne excitada a tientas.
Mis manos se hundieron y desbocaron
en tus entrañas ardientes, en llamas
vivas, sintiendo en mi toda tu pasión,
la que por mí, mi amada, tu sentías.
Te dejé hacer, mi lengua como ciclón,
tu lengua entrelazada, tú me usabas
y tus manos en mi sexo ejercieron
de diosa y de hada con placer y ganas,
dando a mi cuerpo vigor, a tu piel, ron,
licor fuerte, fluidos míos y de tus ansias.