Hoy te
miré a los ojos
y vi en
ellos, esa callada poesía,
sueños
enojados, mojados de alegrías.
Suspiros
de loca pasión,
bajando
a raudales por tu vientre,
pidiendo
arroyos y caudales.
No
celes... no me riñas... si eres mía y yo tuyo,
¿Que más
esperas para quererme...? ¿a vencerme?
¿Acaso
diluirme en tus adentros y formar juntos... un todo?
Sabes
muy bien que fuiste suspiro en mis labios
como yo
fui hierro fundido en tus adentros,
y ahora,
eres cómo un volcán siempre deglutiendo.
Estoy
tan adentro y tan profundo en ti...
Y tan
hondo en tus entrañas... mis sueños.
Que vivo
embarrancado en tu realidad,
¡queriendo
fundirme en tus anhelos!
No, no
me basta ya el orgullo,
ni me
bastan esas ilusas Ilusiones fantasmas.
Quiero
centrarme en ti, ¡Darte mi sueño... y mi Karma!