Imagen obtenida de Internet
Ardo en deseos de entrar en ti,
poseer tu boca entrelazando tus labios
haciéndome amo y señor de tu cuerpo
y arrancándote gemidos ardientes con mis caricias.
Me quemo y sufro al sentir tus caricias sobre mi cuerpo,
por
esos besos húmedos dados a destiempo.
Tal vez alguna vez soñados o imaginados por mí
y que hoy pasaron a ser memoria... sin recuerdos.
Sin tiempo…
Acusado por la endeble asignatura de lo vano y miserable o
incluso obsceno.
Sentimiento de la carne, lascivia pura y dura,
retrayendo a mi
osada siempre caprichosa y holgada poesía.
Vivo para la aquiescencia ilusoria y vacía de antojos.
Errante caminar paso a paso sobre los andares cansinos de mi
enojo,
Indisciplinada y torpe palabrería
de un solitario engendro carcomido por la solitaria y
miserable bigamia
de sus rebeldes e hieráticas letras.