Imagen obtenida de Internet
Crece y se evade la ansiedad
persiguiendo a mi futuro,
ansias que fueran de soledad,
golpeándome con mísera saña.
Todo cuanto he sido
y todo cuanto me he perdido,
abocado a morir, sólo, sin tu cariño.
No hay más camino que las sombras…
Me sinceré ante el reflejo de mí mismo.
Soy solo esto que ves, soy, (me digo)
“ni pan... ni vino... ¡ni rosas!”
solo un alma que divaga
triste y sola y andando a solas conmigo.
Pudiste elegirme y
callaste,
me ocultaste bajo lo gruesa capa
de tus malogrados designios,
No quisiste decidir sobre mi destino
y dejaste que me fuera solo
¡quedándote tú en la otra orilla...
y con mi corazón como abrigo!