Imagen obtenida de Internet
Me disuelvo lentamente
por su cuerpo sensual,
me diluyo entre sus senos
sintiendo su calor
como si estuviera dentro
de un volcán.
Me sostiene y pervierte
y juega golosa y ardiente
con mi carne entre sus manos,
organizando con mis sentidos
un concierto multifuncional.
La arrebato y me arrebata
y nos sembramos el uno al otro
las simientes orgásmicas,
los genes guerrilleros
de lo oculto y de lo bello.
Ensamblados y orquestados
en una batalla campal.
Suenan rítmicamente
nuestros gemidos,
suspirando y gimiendo,
buscándonos los placeres ocultos
y con el ansia muy loca
por hacerlos visibles y oírlos gritar.
Hoy ella fue mujer…
y yo el hombre que la hizo gozar.
Mañana quién sabe si de la simiente,
será ella mujer
o yo tan solo un hombre
loco y embustero
retozando lujurioso en su maizal.