Que
vivo estremecido pensando en ti,
yo
lo sé y no me culpo,
así
es como vivo yo el amor, intensamente,
siempre
intentando saciarme.
Que
solo me importa extasiarme ante tu presencia
Sintiendo
envidia de la ropa que vistes, y te acaricia.
Del
calzado que calzas,
del
bolso que cuelgas a un costado de tus caderas
y
hasta del color con el que vistes tus uñas,
tal
es mi angustia ante esa presencia tuya que me enamora.
¿y
qué puedo hacer si es así como se me antoja quererte?
Si
con tan solo aspirar tu perfume me mareo,
Siento
escalofríos, sudores
y
hasta se me reblandece el corazón.
¿A
quién debo este flaco favor de no tenerte?
¿A
quién o a quiénes debo odiar o despreciar
para
que tu caigas rendida entre mis brazos?
Pasan
las horas, los días se van…
Y
en este silencio en el que me diluyo,
Pienso
si ante este delito mío… el de amarte,
Si
merecerá la pena para ti el que… me
puedas esperar.