Imagen obtenida en Internet
Un
beso de fresa envuelto en chocolate,
la
canela de tus labios y el calor de tu pecho
pegado
a los latidos agitados de mí corazón
mientras
te acaricio, te beso y te abrazo.
Una sonrisa
de felicidad rellena del dulce membrillo,
la caricia caliente de tu piel fundida a la mía,
porque somos un solo ser envuelto en tu cuerpo
de chocolate,
con sabor dulzón a fresas, nata o vainilla.
Los
dos abrazados sintiendo el hondo rugir
de
nuestros cuerpos apretados, hundidos el uno en el otro
y sintiendo el éxtasis transformándonos en puro delirio
de amor
y sexo, de lujuria y pecado.