Imagen obtenida de Internet
Cuando pienso en ti me sube la temperatura
y el corazón me late al ritmo de una apisonadora.
Por esa razón cuando te tengo frente a mí
no puedo parar y te desnudo lentamente
besando cada milímetro, cada secreto tuyo.
Lamiendo, descubriendo en tu cuerpo nuevos sabores,
paladeando en ti cada partícula de tu piel.
inhalando esa esencia tuya que para mí es nueva.
Aunque no es desconocida.
Entonces empiezo a exhalar
y mi aliento se hace espeso y
rápido.
Mi boca seduce a tus labios y mi lengua
se enrosca salvaje en la tuya.
¡Ya todo es imparable!
Mi cuerpo te busca de una manera desesperada,
y mi carne, insatisfecha y febril,
horada ya tus entrañas con el látigo de mí descaro.