Imagen obtenida de Internet
Te aproximas hacia mí y me dices, "ven, acércate".
La respiración se me acelera y mi pulso se dispara.
Tanto tiempo soñando con escuchar tu voz cerca de mí,
ahora no solo la escucho, también me reclama.
Tus ojos brillan de una manera extraña,
se agita tu iris azul y fulgura en tu pupila bella.
Te veo mojar tus labios y como alargas tus manos hacia mí.
No desesperes, [pienso tembloroso]
mientras se me agita el
corazón, y te escucho: "estoy a tu vera".
Ya tu boca, sedienta de mis besos, se frunce y se adhieren a
mí, como lo haría una abeja reina sobre un nardo.
Te beso, ¡´si, te estoy besando!
Inhalo con ansia tu perfume, esencia de jazmín, rosas y
violetas, pues son a todas éstas las que amé y me amaron.
No puedo evitar pensar en cuánto orgullo, por ti, fueron
pisados. No obstante, me dejo hacer… ¡te quiero tanto!
Que obvio y dejo que pase de largo el murmullo,
que se aleje lejos de mí, mientras prosigo haciéndote el amor,suspirando y dejando huir a mis miedos, al pasado.