Imagen obtenida de Internet
Las palabras surgen raudas,
con una velocidad que quieren agotar
su último recurso, las lágrimas,
Lágrimas que no quieren volver
a ser derramadas. Lágrimas que una vez
derramó con dolor y sin pausa.
Hoy por fin se mira en un espejo,
suspira triste al mirarse a los ojos,
no de amor ni de esperanza, al contrario,
sino como fuente inspiradora de sus sueños,
de su fe, con orgullo ¡y con raza!
Y que hoy dejo aquí, secas,
aunque dolientes.
Convertidas en una quebrada
y rota cáscara.
Ella es todo deseo, de amar,
de caricias y besos
¿no la ves en su fondo,
perdida ya en el infinito,
dónde el cielo se oscurece
y se encuentran felices sus almas?