Como me
duele su ausencia…
los
remordimientos y el dolor laceran mis carnes,
y los
pensamientos, muy a mi pesar,
me
siguen lastimando las sienes,
con sus
latidos furiosos, desgarrándome.
Mi mente
me pide un descanso,
un
instante solo, para paliar tanto dolor,
esfuerzo
inútil, me lastima y duele,
¡no
puedo huir!.... ¡sigue en mí!
La miro
desde la lejanía sutil,
distancia
acorde con mi sentir,
tan
lejana ella y… ¡tan bella!
La amo
en lo eterno y en la vida entera
sin
embargo….
tan
esquiva es ella, y altanera,
que se
me evade y escapa,
en un
absurdo huir... sin persecución.
La dejo
marchar…
¡sé de
sobra que nunca volverá!
¡Malditos
sentimientos que
se
funden en mis entrañas y… matan, sin herir,
mis
carnes encangrenadas, rojas y moradas.
Hoy no
es día para recordar…
mi isla
se hundió en un abismo,
penetrando
tan fuerte en mis adentros
que
nunca de ella y sus pensamientos,
lograré
evadirme o escaparme...