Te
pienso amor,
desde la
inmensidad
de esta
ternura que siente,
al
pensarte, mi corazón.
Te veo
desnuda, ligera, elástica,
¡plena
de hermosura!
Suben
los decibelios
en este
viejo corazón
que se
siente miserable
solo por
pensarte
y
desearte tanto,
me
avergüenza pensar…
lo que
estoy pensando.
entrar
en tus entrañas y…
¡quedarme
dentro!
¿Por qué
envejecerá mi cuerpo,
mientras
mi mente,
solo
padece por no tenerte,
por no
amarte?
En este
ansia mía donde
en el despertar
me cebo,
careciendo
de alma,
pero no
así de deseos
y de
hambre de tu cuerpo...