Quiero renacer en su sonrisa,
Enamorarme de su mirada
Volver a reír con sus caricias,
Y emborracharme con sus besos
Hasta perder el sentido.
Quiero enriquecerme de emociones en su
cuerpo
Y darle los conocimientos vivos de mi
alma
Para que se evada conmigo hacia el paraíso
Tras perderse en el limbo libidinoso de
mis sentidos.
Necesito conquistar cada poro de su
piel
Mientras la acaricio, la amo y
suspiro.
Reverdecer mi espíritu al inhalarla
y beberme ahíto y satisfecho su
destino,
regalándole con mi amor todo lo que he
vivido.
Ansío que me posea…
El alma, los sueños, ¡el infinito!
Todo necesito que sea suyo,
Porque la razón me lo implora…
¡Que viva mi bella para siempre
en mi templo divino!