Imagen obtenida de Interne
Siento tantas cosas dentro de mi pecho.
Sensaciones que viven como en una nebulosa dentro de mí
y que
esperan ansiosas encontrar un camino fuera del abismo
que ya se las llevó una
vez.
Sombras que me lastiman y hacen daño,
viven recorriéndome las
entrañas, insaciables,
buscando saciarse de mis vísceras como aves de carroña,
queriendo quedar ahítas saciándose de mi carne muerta.
Siento los estremecimientos de mi espíritu,
los lánguidos y sufridos suspiros de mis labios encarnecidos
y
los desesperados latidos del corazón bombeando sangre,
sangre que golpea fuerte y sin piedad sobre mi pecho aterido y
frío.
Tanto siento. Y tanto
llevo sufrido, que duele ¡duele sí! saber que,
pese a mi escarnio, humillación
o flagelarme yo mismo,
sigo necesitando retener entre mis brazos
¡tú cariño! Aunque sé que no me puedo seguir engañando,
de sobras sé que, tu cariño… jamás fue mío.