Descarga tristemente su llanto, la niña,
sus ojos humedecidos se cierran al tiempo,
se evaden de su sueño infantil,
tener cerca el cariño de unos padres
que la quieran y la hagan feliz.
Vive con frío, acurrucada entre sombras y tinieblas,
esperando el milagro que la haga vivir,
sueños de niña, hoy pesadillas diurnas.
Duerme la pequeña, mientras llora y tiembla.
No está sola, otros y otras como ella,
viven la eternidad entre las sombras y miserias,
esperando el milagro…
alguien que, con amor, los ame y proteja.
«Cada día más pobreza, más niños en la indigencia,
¿a qué esperas pueblo soberano,
para levantarte y luchar por tu dignidad?
¿a que vivan entre cucarachas,
se escondan o pudran bajo la tierra?».