Imagen obtenida de Internet
Soy el infinito…
una mezcla indecible de mis deseos,
en busca eterna de un suspiro.
Una boca deseosa de mis besos,
y un aliento ávido queriendo
beberse mi vida entera.
Soy más que todo eso, soy su esencia.
El alma silenciosa que la vela,
el errante que al caminar sin rumbo,
la busca sin descanso para protegerla.
Soy su “yo”, su ser, su
fe… ¡su esperanza!
La solitaria estela que la abraza mientras tintinea.
Soy también… tristemente,
la guadaña que cimbrea buscando su cabeza.
Soy… y no soy nada
¿o quizás sí y no lo sepa?
Seguiré buscando, sin buscar,
Imponiéndome la falta de fe por montera,
esperando a la muerte, que tal vez,
ella, ¡sí me quiera!