No
debo perderme, debo de continuar luchando
pese
a no tener ilusión...
la
vida me exige y yo he de darle la razón,
no
eres, sin lucha, un vencedor.
Sé
que mi rabia hace años se apagó,
que
me muevo por costumbre, sin apego ni corazón,
que
voy dando bandazos cortos, titubeantes e inseguros,
que
no hay en mi alma... más que dolor.
Que
me hiere lo que pienso de mi,
y
que me lastima lo que pensarán un día de mi...
sentirme,
el día de mañana, juzgado y condenado
y
sin defensa posible porque... todo será cierto.
Enhebrar
la aguja del destino y luego...
¡clavármela
en el corazón!
Tal
vez entonces reaccione, que grite mi condición,
que
me rebele ante este futuro tan incierto e injusto.
Quiero
llorar... y mis ojos permanecen secos, sin un solo signo.
Quiero
sangrar... más no me queda sangre en el torrente sanguíneo.
Soy
solo una basura... a la que, (quizás alguien) le estará buscando
sitio.