Imagen obtenida de Internet
Tiene los ojos turbios
pese a su mirar sereno,
las lágrimas cercenaron su sueño,
su libertad y su pena.
Vivió, pese a sus pesares,
con el corazón latiente
y su alma latiendo en la mano,
para ella era y lo fue todo…
Su oxígeno, su pan, su agua y su bandera.
lo perdió una cálida noche…
una malvada y ruidosa noche de luna llena.
Hoy aún siente sus lloros desgarrados,
mientras su corazón encoje y lo sueña o espera,
poco sabe ella, ingenua e inocente, del más allá,
tal vez lo sueñe, lo piense o solo lo desea.
Los gritos y alaridos de su alma la cercenan…
lo amó hasta la locura y la desesperación
y lo idolatró hasta el infinito como lo que era,
su único y gran amor…