Acaricié
su cara dulcemente,
ella,
amorosamente y voluble
con
su corazón ahíto y latente,
se
dejó tocar vivaz y adorable.
La
amé al instante, tan dulce y silente,
que
al rozar sus labios de boca amable,
probé
el dulce néctar de fruta noble,
volviéndome
loco de cuerpo y mente.
Sí,
ella fue vivaz, capaz y amable,
rosa
perfumada, amor potente;
mezcla
de rubí o amapola admirable.
Hada
viva, de pasión y baluarte
de
enormes ojos y labio besable.
Labio
de miel, boca dulce adorable.