Quiero amarte a ti, mujer
quiero sentirte fuerte
darte alas para emerger
estar en ti y quererte.
Acariciarte la piel
al besarte la boca
con lengua dulce y loca
embadurnada en tu miel.
Tuyo siempre, tu mía
hasta que me diluya
y al hacerte agua fluya
tu alma junto a la mía.
Ilesa, grande y fuerte
como madre y esposa
pródiga e irreverente
volviste siendo diosa.
Volviste para amarme
junto a mi cielo, loca,
alma que fue a la boca
y allí hoy reposa y
duerme.
Eres a la que amo
mi amada compañera
yo amante fiel, y bramo
al cielo que no muera.
Porque te quiero mujer,
te pienso noche y día
e insomne escaparía
a tu lecho y allí yacer,
contigo hasta la muerte
sin mirar a lo oscuro,
sin herirme ni herirte
¡atado a tu futuro!