Estoy pegado al abismo,
lugar insomne
donde me llevó
el inconformismo de mi
pensamiento.
Dislexia profunda
en mi modo de vida,
ardiente desasosiego
que me nace en el
vientre,
se me exhala por la boca
y se diluye en el aire
cuando huye, a modo de
soplo,
y se me escapa irreverente
introducido en el alma.
¿A qué luchar,
cuando mi mente
lo único que me pide hoy
es dormirme y no despertar
jamás?
¿Para qué perder más el
tiempo
negándome lo que soy
hoy...
un despojo consumiendo
oxígeno
y el tiempo de los demás?
La vida es un avispero,
un tronar del viento, un
solo deseo...
¿para que pierdo entonces
el tiempo?
acaso yo... ¿lo quiero?