Estoy
asfixiado por la nostalgia,
sucesos
que me dejaron impregnado,
del
perfume exquisito del amor
y
que ahora yacen adormecidos
carentes
de ilusión o de vida.
Estos
me golpean con sonido hueco
las
vertebras de la conciencia,
pidiendo
a la melancolía una nueva etapa,
o
tal vez una nueva, hermosa y vivificante vida.
Los
roncos sonidos de mi pecho
son
gemidos que gritan y se conmueven,
provocados
por el llanto y las lágrimas
que fluyen/;
como
agua sucia que brota silenciosa de mis entrañas.
Se
quebranta mi sentir mientras pienso,
maldita
la hora en que te amé… sin excusa,
para
perderme en tu veneno,
aquel
que me hizo quererte
tanto
como me hizo odiarte.
Sí,
padezco la nostalgia de una pérdida,
unos
sentimientos que marcharon hacia el olvido,
buscando
la razón causante de esta herida
que
aún hoy sigue abierta… y supura.