Imagen obtenida de Internet
Me quedaré a esperarte eternamente,
entre llantos, suspiros y gemidos.
Serás vida y sustento ante la muerte,
olvidados de otros amores, sin ruidos.
Caminaré llamándote, caliente,
húmedos mis labios adormecidos,
recordando y alentando la muerte,
por esta desesperanza de miedos,
horrible desesperación llamante,
de sonidos sibilinos y odiados
bastión que no respeta, solo miente.
Ruidos misteriosos que son cálidos
suspiros, caricias que son calmante
y que marcharon vestidas de olvidos.