Imagen obtenida de Internet
Quiero sentir muy suave,
querida amada mía...
un beso de tu aliento
en mi sueño disperso,
y encontrarme contigo
allá donde ves cielo
y su gris ruboriza
hasta tus pensamientos.
Quiero mi rosa bella,
ser altar en tu ombligo,
sello vivo en tu frente
y aliento en tu gemido.
Ciega melancolía...
la que vive aún triste
en el recuerdo falaz
de esta nostalgia mía.
Fiel asombro inocente
de aquel que murió triste,
muy loco en tu sonrisa,
muriendo enamorada.
Aún sigue, eterna,
aquella luz de asombro
vivaz e ilusionada
que mira sus adentros
y sueña con sus brazos
feliz y enamorada.
enarbolando pasión,
fuerza y mucho, mucho amor.