Imagen obtenida de Internet
Muchas veces me preguntaba,
el porqué de no memorizar lo que escribía.
Ahora ya lo sé. No deseaba descubrir
lo inútil y carente de sentido que es mi vida.
Siento que soy una gruesa y estéril roca,
seca y sedienta: que viaja, a pie,
sin recurso ni movimiento
alguno,
llevado tal vez por esa inercia
de hacerlo a lo "loco", hacia ninguno de los
sentidos.
No, no me apetece memorizar mi inutilidad.
Ni tampoco desentrañar lo que me duele
o continuar “tragando”
bilis;
esa necia sensación, fría y rasposa
que se llama (o llaman), SOLEDAD.
Seguiré creyendo que estoy perdido
o que mi razón se burla de mí y que tal vez un día
mi encierro me aproxime
hacia el final deseado ¡la felicidad!
(Notas para olvidar: 9:04 «14/07/13» domingo)