Imagen obtenida de Internet
En el infierno, queriendo desandar lo andado,
corriendo sin volver la vista atrás, huyendo de mi pasado,
sin pensar ni querer saber si podría regresar sobre mis pasos,
cuando aún era un ser inocente, sin pasado.
El dolor como único guía, sin fe, ilusión o esperanza
de poder regresar. El miedo susurrándome al oído sin piedad:
por mucho que corras o te escondas... ¡tu alma es mía!
¿Por qué? me pregunto angustiado, echándome a temblar,
¿acaso ni muerto me dejan luchar?
Creo sentir cómo por mis entrañas, la sangre, ruge,
pidiendo
la libertad mientras, el dolor sigue su camino
quebrando con su veneno cuánto
me importó o ha de importar.
Ahora mismo, apenas un segundo ha pasado,
las descargas eléctricas me sacuden, me hieren y aniquilan sin
control,
no sé sí mi cuerpo o mi alma sobrevivirán
o por el contrario... dejaré que se apodere de ella sin
luchar,
preguntándome ¿por qué a mí me tuvo que pasar?