Imagen obtenida de Internet
Nace
desde la eternidad
y
se incrusta en los sentidos
dejándonos
sin habla y sin corazón,
para
nunca volver a sentir sus latidos.
Desde
mis entrañas,
dándome
miedo penetrar
en
el hondo pensamiento de mi sentir.
Observo
con estupor la extraña isla,
forma
zafia de excretar un juramento,
para
luego desplazarla hacia mis adentros
y
volverlos a encerrar...
ocultándolos
de nuevo
y
quedándome yo mismo... dentro.