Me recreo recordando tu imagen,
convencido de quererte y suspirando
por tenerte entre mis brazos otra vez.
Es el tiempo pasado de este amor lo que yo añoro,
aquellos
bailes y nuestros cuerpos abrazados al ayer.
Te miro dulcemente desde la distancia,
culpándome de lo que nunca pudo llegar a ser.
Mas no hay razones
para pensar en no olvidarte escuchando
el desbocado latir de mi corazón, recordando
con gran pesar,
tus besos prestados del ayer.
Hoy quizás dejé escapar y vencer a un sueño,
perdida una y mil veces la batalla sin luchar,
y no, no me arrepiento de pensarte ni de quererte…
tan solo de
lo que una vez,
por no hablarte y silenciarlo,
me llegué a perder.