Imagen obtenida de Internet
Estoy aquí, solo, en medio de mis pensamientos,
sintiendo frío a la vez que dolor y aturdimiento.
Mi pesar, se convierte en olvido,
en angustia que gime en sufridas notas
y que se hicieron dueñas de mi abrigo.
Tormento... un vano rugir de un palidecido muerto.
Porque si vivir es reír, yo, estoy ya entre los muertos...
el alma se me opaca por las rugosas manos del llanto,
por la desazón de intuir que morí entre desolados desiertos.
Gritos sordos que, al azar, son rotos con aspavientos.
Dolor me producen las tripas mientras se agitan en el tiempo.
Solo... desoyendo las súplicas de lo que siento...
Al azar... las entrañas, dormidas están en mis sueños,
esperando a que camine o que me mueva,
y yo, disiento.
De nada me servirá caminar si por dentro, estoy muerto.