Si
supiera compensar tus desvelos,
tu
manera de agradarme y quererme;
tus
formas con amor, de corregirme,
siempre
limpia, dulce y sin sentir celos.
Si
pudiera ser, al no despreciarme,
más
abierto por nosotros y ellos...
Ay, si
quisiera... mi corazón lame
sin
saberlo, el paso de los siglos.
Las
quimeras, sueño de los malditos,
dioses
olvidados bajo la piedra...
dolor
que entraña un castigo, ¡trescientos!
versos
que no compuse... que no supe
componer
para ti, alma arañada...
olvidada... por quien fue su príncipe.