Imagen obtenida de Internet
Desde tus silencios que te persigo,
corazón que en dura lucha te busca
y en modo infame, pelea conmigo...
arrancándole a mi labio una mueca,
mezcla de dolor, cansancio, y amargo
sabor ácido, agrio... y hasta hueca
desazón, al descubrir mi castigo.
Vacío... una explosión brutal y blanca
que a mi pecho y alma ha enardecido,
fundiendo apenas dolor, con hastío...
y que al levantar los ojos con miedo
pide a gritos lo lleve adormecido.
No, no sé adónde, tampoco si es vicio
de amarte porque no esté todo perdido.