Imagen obtenida de Internet
Cansado de recrearme en los fracasos,
vivo inmerso en las malas sensaciones de la carne...
una carne
podrida, herida, abierta y sangrante
donde a mi orgullo siento diluirse
engullido en ella.
Estoy harto de insatisfacciones
que me carcomen la moral...
de
sandeces y estupideces que cometo,
día sí y otro también.
El error viciado de la memoria que olvida...
la razón, que me sigue distanciada
y humillada, pidiéndome perdón.
Cansado estoy incrustado en el olvido.
En la herencia indisciplinada del alma,
discípula aventajada del ser que la creó,
etérea, ligera y frágil y no mucho mayor que una melodía,
notas
lúgubres de una canción triste y apagada
sacadas de unas pocas letras de poesía.
Miro desde lo profundo de mi angustia,
el cielo gris de mi desesperación y lo que veo,
lo que
contemplan mis ojos,
lo que me asiste... tan solo es aire,
una bocanada de oxígeno
envenenado
que golpea con fuerza brutal a mi corazón.