Imagen obtenida de Internet
Quisiera
llorar sobre la alfombra poblada de tu isla,
aquella en la que un día dejaste que
reposara mi cuerpo,
sacudidas de enérgicas sensaciones
me
hicieron vibrar sobre ella... todo el tiempo.
Tu
isla… ¡tú aliento! y esa sensación de goce
de
nuestros cuerpos fueron la causa y el orgullo
para
seguirnos amando y queriendo.
Lejos
los dos… un universo en medio,
una
historia, un solo pensamiento.
Tú
y yo, mi lamento,
la
luz, una guía… ¡mi sufrimiento!
No
seré capaz, no, y lo siento…
a
ti que te siento tan adentro…
Mas
no hay apenas tiempo,
soy
como la vela desplegada…
¡Siempre
azotada por el viento!
No
te miento, no puedo…
no
finjo… no sé hacerlo.
¿Qué
no te amo…?
¿qué
sabes tú lo que yo siento?
soy
poeta…
y
sé lo que estoy diciendo.
Bebo
de tu sufrimiento,
lo
hago mío, no sabes cuánto…
No
dejo de escuchar tus suspiros
allá
a lo lejos…
son
tuyos, no me engaño;
estás
sufriendo…
Y
te amo, no lo dudes más,
la
vida me arrastra,
no
a contracorriente,
me
dejo llevar, soy cobarde…
lo
siento.