Imagen obtenida de Internet
Ven, amor y léeme aquellos versos que te escribí.
Quiero oír
como suenan leídos de tus labios y por tu voz.
Necesito sentir la susurrante
melodía de tu dulce entonación
y emocionarme mientras acaricio tu piel de seda y miel.
Mientras exploro lentamente y gozando con cada caricia
y con
cada excitante punto erógeno de tu sexualidad.
Para así gozarte entera con cada jadeo o gemido tuyo
mientras
me perviertes con tu sensual voz y tu cuerpo.
Quiero sentir tu proximidad y que me recibas ansiosa
mientras
me abres tus muslos
ofreciéndome tu fruta prohibida y dejando
que mis manos se agarren con fuerza a tus caderas
y que sea mi
lengua la que te haga tartamudear,
llorar y gritar de placer.
Lee, amor, léeme verso a verso aquellos poemas que te escribí y desnuda tú mi alma mientras te sigo yo desnudando el cuerpo.
Mí carne, mientras tanto… te seguirá amando.