Imagen obtenida de Internet
Me recrearé mientras me quede
un hálito de vida en ese recuerdo
que me dejaste al marchar.
Recuerdos imperecederos
de lo que un día fue,
sin embargo sabemos
los dos
que no volverá a ser jamás.
No justificaré tu marcha,
aunque tampoco te culparé,
los dos
equivocamos el discurso,
yo solo me traicioné.
No vendré ahora a justificarme,
más bien vine a convencerme,
convencer a este espíritu
torturado,
masacrado por los recuerdos del ayer.
Del que hoy al fin será un nuevo día,
un nuevo amanecer y hora ya de enterrar
el pasado y de volver
a renacer.