Imagen obtenida de Interne
Por fin me ha dejado mi pesar.
Ahora solo quiero pensar en que te quiero,
en que te adoro y eres mi mayor tesoro,
mi mujer soñada,
amada por mí hasta la extenuación.
Que no quiero volver a fingir que no te añoro,
y demostrarte que te deseo y que eres mi gran amor,
aunque de
sueños no duerma…
y despierto, me deje pervertir
pensando en la locura de nuestro amor.
¿Cuándo la belleza de un amor verdadero
te hace llorar de emoción,
desfallecer o palidecer de debilidad,
hasta que todas tus desdichas te poseen?.
Y piensas, embriagado
¡Bien mereció la pena haberlo sufrido por pasión!
Porque el amor penetró en mi a borbotones,
tal vez llegó sin caricias,
besos o sin miradas,
sin embargo,
no cambiaría jamás esta sensación
de necesidad y al mismo tiempo de vacío,
no ya por falta de roce,
beso o caricia tuya, sino,
por seguir siendo un sueño, un absurdo sueño tuyo...
Porque, no lo dudes amor, aunque jamás llegues a ser mía
ni te
pueda tener, besar o tan siquiera… (ni en sueños)
te llegue a rozar, seguiré
queriendo que seas mía,
mía sí... ¡y de nadie más!