SOLEDAD
Camina
despacio… sus pies parecen pesarle como si el calzado llevara plomo.
Su
mirada gris permanece fija en la distancia, en un punto indefinido, sin
importarle lo que ve.
Siente
que su vida no tiene ningún futuro, que a nadie le importa y que sus temores,
al fin cumplidos, son tan solo suyos y, así es… está sola, perdida en la
inmensidad de un negro océano, que solo vive dentro de su inconsciencia.
Olvidada
de los que amara… odiada por todos los que un día la amaron.
Por
algo su nombre es SOLEDAD.