Imagen obtenida de Internet
Y
me fui sin verte,
guardando
mi pecado
donde
los sentimientos
cambiaron
de nombre
sin
esperar a no quererte.
Me
fui, esperando no volver.
Muy
lejos... sobre la línea que
se
pierde en la oscura meseta
de
la memoria mal disimulada.
Me
fui sin mirar atrás…
quizás
por el miedo, muy humano,
de
no saber perder con dignidad.
Pero,
mi amor, nunca supe
que
al marchar,
dirigía
mis pasos rumbo hacia un universo
donde
por muy lejos que huyera
¡tú
siempre en él ibas a estar!