Imagen obtenida de Internet
En esta aparente calma mía que ni alabo ni controlo,
soy el
objeto inanimado de un despropósito mundano,
carne sin forma que ayer fuera
palpitante
y hoy tan solo es una seca envoltura mugrienta e irritable.
¿Y aún te atreverás a preguntarme qué por qué te llamo?
No
insistas, sería una locura intentar explicártelo,
posiblemente hasta insano.
Solo te diré que hace años que te espero…
Años de desesperación en el que he aullado de dolor
reclamándote,
aunque todo fue inútil, impenitente y vano.
No me dejes esperando, ven, no tardes.
En realidad hace ya mucho tiempo
que perdí las esperanzas de
encontrarte…
porque quizás hayas pasado muchas veces junto a mí
y ni hayas
reparado en que existo.
Es normal, soy solo una molécula de polvo
en un universo donde se guardan los deshechos humanos.
Mentiría si te digo que no estoy llorando…
que mis lágrimas están quemando mis párpados
y que ya no
distingo entre ser o no ser...
que ya no sé ni cómo me llamo…
o si alguna vez alguien me llamó o necesitó...
Ven, Muerte, no seas tímida, abrázame
y llévame donde la
soledad
solo sea un objeto inanimado ocupando espacio…