Imagen obtenida de Internet
A solo unos pasos, pisando a fondo,
arrimando mi ansia a su estómago.
Penetro excitado su suave nido,
arropado por la piel de su abrigo.
Ella gime y gimo yo, abogando
los dos por no quedarnos sin diálogo
o sin amor al desnudarla de su vestido
olvidándonos de tanto pecado y castigo.
Los dos en la cima habiéndonos querido
en atardeceres sin sentido... allende los mares,
y huyendo, amándola directo y consentido.
La amé y nos amamos mucho esas tardes,
los dos acalorados... y abrasando.
Nos dijimos; amor... en mi cuerpo ardes.