Me extasía
tu boca,
tu lengua
me embelesa
y tus ojos
morunos
me tienen
loco y hechizado.
Me
calienta tu mirada,
tu cuerpo
me estremece
y tu
aliento vespertino,
me quema y
enamora.
Tu mirar
son como dos luceros
que me
atrapan miedosos,
que me
apresan y subyugan
y que
acaban quemándome las tripas.
Cómo
logras entonces excitarme...
no lo sé,
tal vez sea por tu perfume;
mezcla de
tomillo y romero
o quizás
el modo en que tus besos
se
apoderan de mi mente y corazón.
Un día
tal cual hoy
de ti me
enamoré
no se si
fue acertado o no lo fue...
solo sé
que, pasen los años que pasen
¡jamás
te olvidaré!
No la
quiero ni bonita ni chula,
tampoco
inteligente o astuta,
quiero
solamente que me quiera
que me
mime con pasión y que deje,